miércoles, 10 de mayo de 2017

ESTER. CAPÍTULO 2.

Ester, elegida reina

21Más adelante, cuando se le pasó la cólera, el rey se acordó de Vasti, de lo que había hecho y lo que él decretó con aquel motivo. 2Entonces le dijeron los cortesanos:
3-Que le busquen al rey muchachas solteras guapas. El rey puede nombrar comisarios en todas las provincias del Imperio para que reúnan a todas las muchachas en el harén de la acrópolis de Susa, bajo el mando de Hegeo, eunuco real guardián de las mujeres, que les dará cremas de tocador, 4y la muchacha que más le guste al rey sustituirá a la reina Vasti.
Al rey le agradó la propuesta, y fue lo que se hizo.
5En la acrópolis de Susa vivía un judío llamado Mardoqueo, hijo de Yaír, de Semeí, de Quis, benjaminita, 6que había sido deportado desde Jerusalén con Jeconías, rey de Judá, entre los cautivos que se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia. 7Mardoqueo había criado a Edisa, es decir, Ester, prima suya, huérfana de padre y madre. La muchacha era muy guapa y atractiva, y al morir sus padres, Mardoqueo la adoptó por hija.
8Cuando se promulgó el decreto real, llevaron a muchas chicas a la acrópolis de Susa, bajo las órdenes de Hegeo, y llevaron también a Ester a palacio y se la encomendaron a Hegeo, guardián de las mujeres.
9A Hegeo le gustó la muchacha, y como le agradó le dio inmediatamente las cremas de tocador y los alimentos y le asignó siete esclavas, escogidas del palacio real; después la trasladó, con sus esclavas, a un apartamento mejor dentro del harén.
10Ester no dijo de qué raza ni de qué familia era, porque Mardoqueo se lo había prohibido.
11Mardoqueo paseaba diaramente en el atrio del harén para enterarse de cómo iba Ester y cómo la trataban.
12Cada muchacha se preparaba durante doce meses, según el reglamento de las mujeres -es lo que duraba el tratamiento de belleza: seis meses a base de aceite de mirra y seis meses con diversos bálsamos y otras cremas femeninas-; 13después, cuando le llegaba el turno de presentarse ante el rey Asuero, le daban todo lo que quería llevar consigo del harén al palacio real. 14Entraba por la tarde, y a la mañana volvía a un segundo harén, a las órdenes de Sagsegaz, eunuco real guardián de las concubinas; ya no volvía a presentarse al rey, a no ser que el rey la desease y la llamase expresamente.
15Cuando a Ester, hija de Abijail, tío de Mardoqueo, su padre adoptivo, le llegó el turno de presentarse al rey, se contentó con lo que dijo Hegeo, eunuco real, guardián de las mujeres. Ester se ganaba a cuantos la veían. 16En el año séptimo del reinao de Asuero, el mes de enero, o sea, el mes Tebet, llevaron a Ester al palacio real, al rey Asuero, 17y el rey la prefirió a las otras mujeres, tanto que la coronó, nombrándola reina en vez de Vasti.
18Después ofreció un gran banquete, en honor de Ester, a todos sus generales y oficialidad, ordenó un día de descanso y repartió regalos con esplendidez regia.
19Cuando Ester pasó al segundo harén, como las demás muchachas, 20no dijo de qué raza ni de qué familia era; se lo había encargado Mardoqueo, a quien obedecía igual que cuando vivía con él. Mardoqueo le había ordenado que temiese a Dios y cumpliese sus mandamientos como cuando vivía con él. Y Ester no cambió de conducta.
21Por entonces, Mardoqueo era funcionario de la corte. Bigtán y Teres, dos eunucos reales del cuerpo de centinelas, estaban descontentos y planeaban un atentado contra el rey Asuero. 22El plan llegó a oídos de Mardoqueo; se lo dijo a la reina Ester, y Ester habló al rey por encargo de Mardoqueo. 23hecha una investigación, se descubrió la conjura. Los dos eunucos fueron ahorcados, y el suceso se consignó por escrito en los anales del reino, en presencia del rey.

Explicación.

2,1-4 Se supone que entre todas la mujeres del harén no había ninguna capaz de suceder a Vasti como reina; por eso hace falta reclutar más jóvenes. En la narración esa multitud de muchachas escogidas en todo el reino servirán para realzar la belleza de Ester. Como quien dice, un concurso de belleza en la corte imperial. El relato va a proceder por alternancia, de la multitud a Ester por tres veces. Su ascenso será rápido, ritmado en tres conquistas fulminantes: Hegeo (v.9, todos (v.15), el rey (v.17).
2,5-6 El nombre es de origen babilónio y contiene el nombre del dios Marduk.

2,7 El primer nombre significa probablemente mirto; el segundo es el nombre de la diosa Istar. Es decir, los dos protagonistas tienen nombres muy poco judíos (lo contrario de Judit o Tobías). (El griego dice que con intención de tomarla por esposa).

2,8 El autor supone que ni Mardoqueo ni Ester se podían oponer al decreto real. Por lo demás, en cuestiones de observancias, el autor parece ser bastante liberal. La lucha del pueblo será por la existencia, no por observancias (el griego corregirá la visión). Ester aceptará comida de la mesa real (como el rey Joaquín en Babilonia, 2 Re 25,29).

2,10 Este silencio es factor esencial de toda la narración, aunque no sea muy verosimil. Además se destaca la docilidad de Ester a su primo, en contraste con la desobediencia de Vasti al rey.

2,11 Mardoqueo no abandona su función de padre adoptivo; su relación personal con Ester será clave de lo que sigue. Su oficio en la corte le permite seguir de cerca la vida de su protegida.

2,15-16 De la multitud de muchachas seleccionadas en todo el imperio se destaca claramente Ester: entra con su nombre, apellido y estado civil; se presenta con su propia belleza, con los adornos sugeridos por Hegeo, sin alardes personales; se registra la fecha de su llamada. Todo sucede rápidamente, en una conquista arrolladora.

2,17 Este verso es el centro de gravedad de los dos capítulos, hacia él se movía todo. El lector israelita, conocedor de las propias tradiciones, descubre sin dificultad la acción descretísima del Señor, que lo ha predispuesto todo. Ester ha resultado mejor que todas sus compañeras y mejor que la reina precedente: gran victoria judía en el imperio y en la corte extranjera. Victoria leal, según las reglas del juego definidas por la legislación.

2,18 Inútil repetir la descripción del banquete, que el lector puede suplir con lo que conoce del primer capítulo. Es dudoso si se trata de un día de reposo festivo o de una condonación temporal de impuestos, o quizá de una amnistía. La población ha de festejar el gozo del rey, y el triunfo de una judía (piensa el autor).

2,19-20 Por segunda vez, y cerrando esta sección, se habla del silencio de Ester y de la intervención de Mardoqueo. El padre adoptivo le sigue como una sombra protectora, como un guía incansable. A través de su hija adoptada, Mardoqueo ha entrado en el harén de palacio, en la cámara del rey; nunca había penetrado tanto Mardoqueo, Ester sigue ligada a su pueblo, a su Dios.

2,21 Comienza la segunda parte o el segundo acto, que cortaremos al final del capítulo 3. Siguiendo una sugerencia del autor griego, lo titularíamos "Los dos dragones", Mardoqueo y Amán. Veremos aparecer en escena un nuevo personaje ni siquiera mencionado hasta ahora; se planteará una lucha desigual, que acabará con la victoria fácil del favorito real Amán.

El movimiento de este acto es, por tanto, inverso al precedente, que presentaba el ascenso seguro de Ester. En Ester triunfaba el pueblo judío, en Mardoqueo será vencido, por ahora.

2,21-23 El primer episodio prepara sobre todo el momento decisivo de la acción. Colocado aquí, prepara también por contraste el ascenso injustificado de Amán; pues se diría que el puesto de favorito le tocaría a Mardoqueo.

El oficio de centinelas era un alto cargo; a lo mejor Mardoqueo pertenecía al mismo cuerpo. La primera intervención de Mardoqueo a través de Ester es para salvar la vida del rey. (El lector judío piensa: la presencia de los judíos en la corte extranjera es muy ventajosa; saben ser más fieles que los otros).

Los datos responden bien a lo que podía pasar en una corte antigua. La noticia de los anales tiene una importante función narrativa.

2,21 El griego dice descontentos del ascenso de Mardoqueo.

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