miércoles, 10 de mayo de 2017

ESTER. CAPÍTULO 10.

101El rey Asuero impuso prestaciones personales a los habitantes del continente y de las islas. 2Para sus victorias militares y la narración detallada de la dignidad a que el rey elevó a Mardoqueo, véanse los anales del reino de Media y Persia: 3<<El judío Mardoqueo era el virrey de Asuero, el primero entre los judíos, querido de sus muchos compatriotas, 4solícito del bien de su raza, promotor de la paz para los suyos>>.
5Mardoqueo comentó:
Esto viene de Dios. Pues recuerdo el sueño que tuve sobre esto, y no ha fallado un detalle: 6la fuentecilla que se convirtió en río, la luz, el sol, el agua abundante. Ester es el río: el rey la tomó por esposa y la hizo reina. 7Los dos dragones somos Amán y yo. 8Las naciones son las que se aliaron para borrar el nombre judío. 9Nuestra nación, los que gritaban a Dios y se salvaron, es Israel. El Señor salvó a su pueblo, el Señor nos sacó de todos estos males. Dios ha hecho signos y prodigios portentosos, como no ha hecho entre los gentiles. 10Por eso señaló dos destinos: uno para el pueblo de Dios y otro para los gentiles. 11Ambos se han cumplido en la hora, el momento y el día determinado en la presencia de Dios y ante todas las naciones. 12Dios se acordó de su pueblo e hizo justicia a su heredad. 13Por tanto, el pueblo del Señor celebrará siempre esos días del mes de Adar, el catorce y el quince, como fiesta religiosa, con una asamblea litúrgica y festejos.

Expliacación.

10,1-2 Según costumbre hebrea, el texto vuelve al principio, enunciando brevemente algunas actividades de Asuero. Con ello el relato queda bien definido dentro de su reinado. La segunda expresión es típica del libro de los Reyes, con una novedad de contexto, la referencia a los anales, que tan importante papel desempeñaron en la historia (6,1-2). Se diría que con esta noticia final se abre un círculo concéntrico más amplio: ahora podrá otro rey persa, o no, leer esas memorias y escucharlas como una interpelación en su conducta.

Reyes no judíos podrán aprender que alguien vela por el pueblo judío, que los judíos son leales colaboradores y que pueden salvar si son respetados. Pueden aprender a desconfiar de ministros intrigantes y soberbios. Aunque no celebren personalmente la fiesta Purim, tienen algo que leer para sus vigilias; Mardoqueo y Amán pueden estar vivos y cerca.

10,3 El relato hebreo termina con esta especie de lápida en honor de Mardoqueo. Se diría una lápida dedicada por sus compatriotas. El nombre Mardoqueo (o Mordecay) es frecuente hoy entre judíos.

10,4-13 Con estos versos completa el autor griego su marco literario al libro. Aunque no haya fallado un detalle del sueño, no los explica todos. La fraseología está inspirada en el lenguaje bíblico. Se insiste en la oposición pueblo de Dios-gentiles.

10,8 Sal 83,5.

10,9 Dt 4,34; 7,19; 26,8; Sal 136,11-12.

10,12 Sal 98,3.

10,13 Lv 23.  

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