miércoles, 10 de mayo de 2017

ESTER. CAPÍTULO 1.

Asuero y Vasti 

11Era en tiempo del rey Asuero cuyo Imperio abarcaba ciento veintisiete provincias, desde ls India hasta Etiopía.
2-3El año tercero de su reinado, el rey, que residía en la acrópolis de Susa, ofreció un banquete a todos los generales y oficialidad del ejército persa y medo, a la nobleza de palacio y a los gobernadores de las provincias, 4para hacer alarde durante muchos días, ciento ochenta días, de las riquezas y el esplendor de su reino, de su extraordinario fasto y su grandeza.
5Pasados aquellos días, el rey ofreció un banquete de siete días a toda la población de la acrópolis de Susa, chicos y grandes, en la explanada de los jardines de palacio. 6Había colgaduras de lino blanco y púrpura violeta que pendían de columnas de mármol blanco, sujetas a unas anillas de plata sobre el pavimento de mosaico, hecho de malaquita, mármol blanco y nácar. 7Había copas de oro para la bebida, todas distintas, y vino abundante, ofrecido por el rey con esplendidez regia. 8La norma para beber era que nadie obligase a nadie; el rey había ordenado a todos los sirvientes de palacio que respetaran los deseos de cada uno.
9Por su parte, la reina Vasti ofreció un banquete a las mujeres de palacio real de Asuero.
10El séptimo día, cuando el rey estaba alegre por el vino, ordenó a Maumán, Bazata, Jarbona, Bagatá, Abgatá, Zetar y Carcás, los siete eunucos adscritos al servicio personal del rey Asuero, 11que le trajeran a la reina Vasti con su corona real, para que los generales y el pueblo admirsaen su belleza, porque era muy hermosa. 12Pero cuando los eunucos le transmitieron la orden del rey, la reina Vasti no quiso ir. El rey tuvo un acceso de ira y montó en cólera; 13luego consultó a los letrados -porque los asuntos del rey se solían consultar con los expertos en derecho-; 14mandó que se presentaran Carsená, Setar, Admatá, Tarsis, Mares, Marsana y Memucán, los siete grandes del reino de Persia y Media, que formaban parte del consejo real y ocupaban los primeros puestos en el reino, y les preguntó:
15- ¿Qué sanción hay que imponer a la reina Vasti por no haber obedecido la orden del rey Asuero, transmitida por los eunucos?
16Ante el rey y los grandes del reino respondió Memucán:
-La reina Vasti no sólo ha faltado al rey, sino a todos los gobernadores y a todos los súbditos que tiene el rey Asuero en las provincias. 17Porque cuando las mujeres se enteren de lo que ha hecho la reina, despreciarán a sus maridos. Dirán: <<El rey Asuero mandó que se presentara la reina Vasti, y ella no fue>>. 18Hoy mismo, las mujeres de los príncipes de Persia y Media que oigan lo de la reina, ¡cómo hablarán a sus maridos! Acabarán despreciándolos y riñendo. 19Si al rey le parece bien, publique un decreto real, que se incluirá en la legislación de Persia y Media con carácter irrevocable, prohibiendo que Vasti se presente al rey Asuero y otorgando el título de reina a otra mejor que ella. 20Cuando por todo el inmenso Imperio del rey oigan al decreto real, todas las mujeres honrarán a sus maridos, nobles o plebeyos.
21El rey y los príncipes aprobaron la propuesta. El rey hizo lo que había sugerido Memucán: 22mandó cartas a todas las provincias del Imperio, a cada una en su escritura y a cada pueblo en su lengua, ordenando que fuese el marido quien mandase en casa.

Explicación.

1,1-2,20 Esta es la primera parte o sección del libro, que podríamos titular "Cambio de reinas". Está construida con sabias correspondencias, y conviene leerla atendiendo a relaciones y contrastes.

Primero una fiesta, que va creciendo hacia el momento culminante, la presentación de la reina; allí se precipita la suerte adversa de la reina. Segundo, es una subida gradual hacia la exaltación de la nueva reina.

En la primera mitad hay un desfile simétrico de personajes: Asuero -siete eunucos - Vasti - siete consejeros - Asuero. En la segunda mitad el movimiento es diverso: de la masa de jóvenes se destaca una; Mardoqueo y Ester -Hegeo y Ester - Asuero y Ester.

Una caída condiciona y prepara una exaltación. Al final del capítulo 1 Vasti ha terminado su papel en el drama.

Las descripciones responden bastante bien a lo que sabemos de los persas por fuentes propias o por informes griegos (Herodoto, Jenofonte). Esto no significa que el autor conociera su ambiente de primera mano, pues pudo haber leído libros sobre los persas.

1,1 Este dato, que históricamente es correcto, tiene en el relato una función precisa: mostrar el poder del emperador y subrayar su universalidad. Desde la India hasta Etiopía es prácticamente todo el mundo. En tal caso Israel no es una nación independiente, sino un pueblo o una raza; más tarde veremos que su situación es de diáspora.

1,3-4 Primer banquete del libro, que va a resultar triple. El banquete va a ser uno de los leitmotiv del libro: durante los banquetes se van a decidir los destinos más importantes del libro, los banquetes celebrarán sucesos prósperos o fatales; y todo el libro invitará a la celebración profana de un banquete judío en memoria de la liberación. En la sección que comentamos hay banquete al principio y al fin.

1,6 El autor describe mirando de arriba abajo y fijándose en el colorido. No es posible identificar exactamente los materiales referidos. El Griego amplía la enumeración.

1,7-8 Según fuentes antiguas, a veces se imponían reglas en el beber.

1,9 Según costumbre oriental, había separación de sexos en el banquete.

1,10 Comienza propiamente la acción, después de haber descrito con regusto la magnificencia. La presentación de la reina no aparece como un acto oficial, sino como el último alarde, como vanidad o capricho de un rey bebido. El envío de los siete eunucos como escolta indica deferencia y solemnidad. El Gr cambia los nombres.

1,12 El autor no motiva la negativa de Vasti, la subraya con el recurso de la brevedad. Dado el puesto de la mujer, aunque fuese reina, en la sociedad de entonces esa negación es como una rebelión en palacio, con testigos.

1,13 Los consejeros son a la vez expertos en derecho y en interpretar el futuro con técnicas diversas; véase Is 47,13. El narrador hebreo no les puede conceder mucha autoridad; en su relato los hace instrumentos involuntarios de la exaltación de Ester.

1,16-18 El consejero traslada hábilmente la cuestión personal a términos políticos: la rebelión en palacio va a significar una rebelión general en el reino. Como un primer paso de emancipación de la mujer, que se ha de frenar sin tardanza.

1,19-20 El castigo es como una aplicación de la ley del talión: la que no quiso venir invitada, que no pueda venir más.

"Otra mejor que ella" quiere decir en boca del consejero una más obediente, más sumisa. Frase casi irónica si consideramos el papel de la nueva reina en la historia.

1,21-22 El decreto que depone a la reina tiene alcance político y doméstico general, como triundo de todos los maridos del reino. "Mujer que respeta al marido es tenida por sensata" (Eclo 26,26).

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